Corre con fuerza y supera tus objetivos: Cómo las gafas ENGO impulsaron mi carrera perfecta
La comunidad ENGO está en auge, y la historia de Geo es un ejemplo perfecto de por qué. A medida que más atletas descubren el poder de las gafas ENGO, los métodos de entrenamiento innovadores, como el entrenamiento basado en el esfuerzo con sensores de potencia, están ganando adeptos. El viaje de Geo desde la recuperación de una lesión hasta su mejor marca personal en un maratón muestra el poder transformador de este enfoque, a la vez que destaca las capacidades únicas de ENGO.
"El año pasado, salía de una lesión y me enfrentaba a un reto de maratón. Tres maratones seguidos dejaron mi cuerpo maltrecho, y la recuperación era primordial. Así que, en enero, empecé a entrenar con un nuevo enfoque: entrenamiento basado en el esfuerzo con gafas ENGO.
Esta vez, dejé de lado los objetivos de ritmo y frecuencia cardiaca. Me estaba recuperando de una lesión y no quería correr el riesgo de sobreentrenarme. En su lugar, me centré en aumentar la fuerza, la movilidad y la tolerancia al esfuerzo puro.
¿Mi plan? Seis carreras a la semana, dos sesiones de fuerza y trabajo de movilidad. Pero la clave era entrenar por esfuerzo percibido, con un 80% de mis carreras centradas en esfuerzos fáciles basados en la potencia. Los dos días restantes los reservaba para sesiones más duras: carreras de ritmo y esfuerzos de umbral. A medida que se acercaba el día de la carrera, incorporé esfuerzos a ritmo de maratón en mis carreras largas.
Las gafas ENGO se convirtieron en mi arma secreta. Con los datos de potencia de Stryd mostrados en mi campo de visión, podía ver mi esfuerzo en tiempo real. Esto me ayudó a mantener la disciplina, manteniendo mi potencia en la zona objetivo incluso en los días difíciles. Atrás quedaron los días de adivinar o forzar demasiado en terrenos más accidentados. La visualización de datos de ENGO me ayudó a optimizar mi entrenamiento y a seguir mis progresos.
Aumentar la confianza con un entrenamiento basado en el esfuerzo: Cada cuatro y ocho semanas, realizaba algunas pruebas de esfuerzo máximo. Estos datos me permitieron predecir mi objetivo de potencia para el maratón, una pieza crucial para mi estrategia de carrera.
El día de la carrera: Los parciales negativos siempre me habían sido esquivos. Pero esta vez, con mi entrenamiento basado en la potencia y la orientación de ENGO, me sentía seguro. ¿Mi estrategia? Empezar con mi esfuerzo básico de maratón (260) y aumentarlo gradualmente a lo largo de la carrera.
Los primeros 5 kilómetros fueron suaves. Mantuve mi potencia perfectamente dentro de los límites y terminé la primera media maratón con una potencia de 262. Con ENGO, pude controlar fácilmente mi valor medio de potencia en bloques de 5 kilómetros. Verme a mí mismo dentro del rango objetivo alimentó mi confianza.
A mitad de camino, con la posibilidad de terminar por debajo de las tres horas, aumenté ligeramente el esfuerzo. En el kilómetro 30, mi potencia media era de 264 CV. Incluso en el kilómetro 40, con el cansancio haciendo acto de presencia, mantuve unos respetables 263.
Al cruzar la línea de meta, esperaba una llegada de tres horas. Pero el reloj tenía una sorpresa: ¡exactamente tres horas! Mi objetivo no era un tiempo específico, sino maximizar mi forma física actual. La visualización de datos de ENGO fue clave. Pude ver mi esfuerzo en tiempo real, adaptarme a las condiciones de la carrera y llevarme al límite".
Crédito @GeoJolly