Cómo corrí por debajo de 3 en Boston
Por: Equipo ENGO
Cómo corrí por debajo de 3:00 en Boston con ENGO
Como la mayoría de los corredores de competición, el maratón de Boston ha sido mi estrella polar. Desde el principio, mi carrera giró en torno a la clasificación para esa carrera. Después de adquirir la competencia y la experiencia que me ayudaron a ganar varios dorsales, mi atención se desplazó no sólo a conseguir mi BQ, sino a alcanzar objetivos de rendimiento específicos.
Para mí, mi santo grial se convirtió en la esquiva barrera de las 3:00 horas. Históricamente, este ha sido el tiempo que significa que eres un "auténtico" corredor de ruta, y que solo consigue el 4% de los que se ponen en la línea de salida de un maratón.
¿Podría ayudar la tecnología?
Preparando mi 7ª Maratón de Boston decidí correr con las nuevas gafas ENGO. Desde fuera, parecen las típicas gafas deportivas. Sin embargo, desde la perspectiva del atleta, las ENGO son un verdadero cambio de juego, ya que muestran información sobre el rendimiento en tiempo real directamente en tu campo de visión.
Tras acoplar las gafas ENGO a mi reloj Garmin, personalicé los flujos de datos que quería ver. Para mí eran los 3 vitales: ritmo, frecuencia cardiaca y tiempo transcurrido.
Experimentando con las gafas ENGO durante el entrenamiento, la experiencia fue transformadora. Por primera vez, pude controlar mis métricas clave mientras ejecutaba entrenamientos a ritmo variable, como la carrera larga con final rápido. Nunca antes mi gestión de la velocidad había sido tan precisa.
Pero, ¿serían las gafas ENGO igual de útiles y eficaces durante el evento?
Mi plan de carrera
El maratón de Boston presenta una serie de retos, como su celebración a principios de temporada, vientos en contra implacables y una serie única de cuestas que pueden alterar el ritmo del corredor.
Me interesaba especialmente saber cómo ENGO Eyewear podía ayudarme a guiar mi estrategia de ritmo a medida que me enfrentaba al terreno ondulado.
Como ya he mencionado, mi objetivo eran 3 horas, lo que equivale a una velocidad media de aproximadamente 6:50 por milla. Sin embargo, debido a la ubicación de varias subidas y bajadas a lo largo del recorrido, intentar mantener este ritmo por milla durante toda la carrera es una misión imposible.
En su lugar, dividí el recorrido en 4 segmentos y diseñé un plan de ritmo personalizado para cada uno de ellos. Se veía así:
0 - 10 km: Ritmo objetivo: 6:35/mi
La carrera comienza inmediatamente con un descenso de 300' en los primeros 10 km. Esta es una oportunidad para adelantarse al programa y ganar "tiempo en el banco", siempre que la intensidad se mantenga bajo control. Ver mi velocidad y pulsaciones en tiempo real me permitió reducir mi esfuerzo mientras corría por delante del ritmo objetivo sin demasiado coste. Hasta aquí, todo bien.
10 km - 25 km: Ritmo objetivo: 6:40/mi
Una vez superado el primer descenso, me estabilizo en la "velocidad de crucero". La densidad de corredores empieza a reducirse, lo que me deja espacio para concentrarme en la forma y el avituallamiento. El flujo de datos de ENGO me permitió relajarme y fluir, sin preocuparme de si seguía el ritmo. Cumplí mi objetivo de pasar el ecuador de la carrera en 1:27:30.
25 km - 35 km: Ritmo objetivo: 6:55/mi
Ahora llegamos al final de la carrera. Esta sección crítica del kilómetro 16 al 20 incluye la infame Heartbreak Hill, que es en realidad una serie de 4 escalones en los que se ganan 190' de elevación. También suele haber viento en contra. Mi plan de carrera preveía que iría más despacio durante este segmento, así que, como controlaba mi ritmo cardíaco con el ENGO, no me alarmé ante mi primer descenso significativo de la velocidad. Centrándome en mi mecánica de carrera, me tomé un gel en la cima y me preparé para la recta final hacia la meta.
35 Km - Llegada: Ritmo objetivo: 7:00/mi
A estas alturas el cansancio acumulado suele hacer que estos últimos 10 km sean los más lentos y duros de la carrera. Esto puede parecer extraño ya que se trata de un descenso neto de 125' hasta la línea de meta. Sin embargo, para muchos estos últimos kilómetros cuesta abajo son insoportables. Ver mi ritmo allí mismo, en mi campo de visión, sin tener que interrumpir el paso para mirar el reloj, ¡fue increíble! Me sorprendió gratamente llevar un ritmo ligeramente superior a mi objetivo durante este último tramo.
Misión cumplida
Conseguí batir mi objetivo de 3 horas con un tiempo final de 2:58:32. ¡Hurra!
En retrospectiva, mi entrenamiento fue constante y sin lesiones. Mi alimentación el día de la carrera fue perfecta. Pero también debo dar las gracias a ENGO Eyewear, que me permitió ejecutar un plan de ritmo bastante complejo.
La visualización de datos de ENGO me ayudó a controlar sutilmente mis esfuerzos y a evitar el derroche de energía, a la vez que mantenía mis cambios de ritmo dentro de lo previsto. ENGO también reforzó mi confianza y me facilitó mantenerme dentro del plan, incluso cuando otros corredores me adelantaban o cuando me encontraba con esos inevitables baches de la carrera.
Experimentar el poder de tener tus datos de rendimiento más importantes presentados en tiempo real directamente en mi campo de visión ha cambiado para siempre mi forma de enfocar el entrenamiento y las carreras. Siempre es más divertido cuando superas tus objetivos... y ENGO Eyewear me ayudó a hacerlo posible en el maratón de Boston.