Soy un triatleta al que le encanta el entrenamiento por intervalos en la bici, pero es fácil salirse de la zona de potencia adecuada, especialmente cuando aparece la fatiga. Ahí es donde ENGO realmente brilla. Durante mi preparación para el Ironman, Conecté mi sensor de potencia a ENGO y construí un cuadro de mandos personalizado que mostraba la potencia, el tiempo y la distancia justo en mi campo de visión.
Después de 18 años como triatleta profesional, he desarrollado un sano escepticismo hacia los nuevos artilugios en el ámbito de la resistencia. La mayoría acaban siendo artilugios efímeros que añaden complejidad sin aportar un valor real. ENGO, sin embargo, me ha sorprendido realmente por su elegante simplicidad y su significativo impacto en mi entrenamiento.
Inicialmente reacio a añadir otro dispositivo a mi configuración, me impresionó de inmediato la perfecta integración de las gafas con mi actual ecosistema Garmin. La pantalla que muestra métricas críticas como la potencia, la frecuencia cardiaca, la velocidad y el tiempo por vuelta se sitúa perfectamente en mi visión periférica, presente cuando la necesito e ignorable cuando no. Durante las sesiones menos intensas, puedo pasar más de 15 minutos sin comprobar activamente los datos, pero están disponibles al instante cuando los necesito.
Como Campeón del Mundo Ultraman que se prepara para pruebas como el Campeonato de Oceanía Ironman Cairns y los Campeonatos del Mundo Norseman Xtri, la eficiencia aerodinámica es primordial. La capacidad de mantener una posición óptima sobre la bicicleta sin sacrificar la conciencia de mis métricas ha mejorado de forma apreciable la calidad de mi entrenamiento. Cada vez que miramos un ciclocomputador, comprometemos nuestra posición y aumentamos la ENGO aerodinámica.
Más allá de las ventajas para el rendimiento, hay un beneficio significativo para la seguridad. Muchos accidentes de ciclismo se producen cuando los deportistas cambian momentáneamente de enfoque para consultar sus ordenadores. Mantener una conciencia visual constante de la carretera ha hecho que mi entrenamiento no solo sea más eficaz, sino considerablemente más seguro, sobre todo en descensos técnicos o en salidas en grupo.
La sutileza de la pantalla merece una mención especial: tan discreta que, durante las pausas en la cafetería, nadie se da cuenta de que sigo recibiendo datos de entrenamiento en tiempo real. Esta discreción se extiende a las opciones de personalización; tanto si prefieres métricas mínimas como datos exhaustivos, el sistema se adapta a tus preferencias en lugar de obligarte a adaptarte a él.
Para los triatletas que se toman en serio la optimización tanto del entrenamiento como de la ejecución de la carrera, ENGO representa esa rara innovación que realmente cumple su promesa: mejorarel rendimiento simplificando la experiencia en lugar de complicarla".










