Como corredor de maratón de 3:00, la precisión no es sólo un objetivo, es mi responsabilidad, tengo que ceñirme a un plan y ayudar a los demás a alcanzar sus objetivos. ENGO es perfecto para ello. Durante el maratón de Los Ángeles, hice de marcapasos de un grupo de 3:00 y utilicé ENGO para controlar nuestros parciales, frecuencia cardiaca y ritmo en tiempo real.
Lo que lo hizo posible fue ver mis métricas en tiempo real sin perder el ritmo. Cuando eres responsable de guiar a otros hacia sus objetivos, ese conocimiento constante tiene un valor incalculable. Podía entrenar a mi grupo, mantener el compromiso y hacer microajustes sin tener que mirar el reloj. En lugar de la fatiga mental que supone mirar constantemente la muñeca, me mantenía en un estado de flujo en el que mi mente y mi cuerpo trabajaban en perfecta armonía.
Especialmente para los marcapasos, ENGO no es sólo comodidad, es transformación. Ahora afronto cada maratón con la confianza de que puedo ejecutar complejas estrategias de marcapasos sin dejar de estar presente para los que dependen de mí.
